viernes, 6 de junio de 2014

Agricultor de fin de semana.

Soy lo que se denomina "agricultor de fin de semana". Al ser nacido y criado en un pueblo, no quedaba más remedio que ayudar en aquellas labores que hacía falta.

En nuestra zona, El Bierzo, se cultiva casi de todo. Prácticamente todo tipo de fruta, hortalizas, verduras. Nuestros abuelos y padres, que yo recuerde, sembraban cereal y se recogía mucha almendra. Incluso aceitunas para la elaboración de aceite.  Aquello lo veíamos como una pesada carga. Muchas veces maldecías el haber nacido en un pueblo.

Con el paso del tiempo, te das cuenta que esos conocimientos de la agricultura y la convivencia en un pueblo, forjan en tu personalidad algo especial. No quiere decir que todos los de pueblo seamos buenos, pero sí, hemos tenido unas relaciones con las personas y respeto por nuestro entorno que hoy en día, creo que sería inalcanzable. Se lo inculcamos a nuestros hijos, pero les falta la práctica. Aún así siguen siendo afortunados. Saben que la leche no sale del tetrabrik, o que los huevos y tomates no se reproducen en una estantería.

                                                                                                                 
     


Hoy, los trabajos agrícolas llevados a cabo por gente joven, han descendido a términos alarmantes y aunque últimamente parecen repuntar, en nuestra zona son difícilmente rentables.

El paso del tiempo y el diferente enfoque que algunas personas le hemos tenido que dar a la agricultura, nos ha convertido en agricultores de fin de semana.







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